06 noviembre 2009

¿Sonia 03 (dNS) o No Sonia 02?: Sexo (2)

Lunes, 13:30 horas (aprox.).

-Despacio, ¿sí? -dice.
O quizás propone. U ordena. O ruega. No importa.
Lo hago despacio.
Ella tiene las piernas abiertas. Su pubis es una delgada línea recta de pelos tan cortos como, supongo si crecieran, ondulados. Sus labios son contundentes, con un tono levemente rosado hacia el centro. Los separo con el índice y el mayor. Ella suspira, y separa más las piernas. Son cortas pero de líneas firmes. Tiene los pies pequeños, casi diría diminutos.
-Despacio, ¿sí? -repite.
Me tomo mi tiempo, entonces. Mantengo los labios separados, el botón que sobresale y casi corcovea, y mientras le beso la parte interior de las piernas. Sólo los labios. Primero. La punta de la lengua. Después. Alterno entre una pierna y otra. Besos. Una mano mantiene sus labios separados, la otra, el índice y el pulgar de la otra, comienzan a explorar. Primero la presentación de su ingreso. Luego, la punta del índice adentro y el pulgar que llega a su clítoris. El pulgar hace un movimiento circular, los músculos de sus piernas se tensan. El índice entra, primero una falange, luego otra, luego sale, luego vuelve a entrar hasta el fondo. Sus tetas, veo desde abajo, se mueven a un ritmo irregular. No gime, suspira. Una y otra vez.
-Despacio -insiste.
Beso el clítoris. Un beso infantil, un piquito. Luego, succiono levemente. Comienza a sobresalir. Comienza a agitarse su respiración. Delineo el contorno con la punta de la lengua. La punta del clítoris con la punta de la lengua. El índice inicia su movimiento de ingreso y salida, como si estuviera indeciso aunque todo lo contrario. El pulgar, entonces, cuando comienzo con el movimiento de paleta con la lengua, se acerca a su ojete. Lo acaricia sin ninguna intención de entrar. Cierro los ojos para concentrarme. Ella tiene las piernas tan separadas que sólo puede significar una invitación a que yo haga lo que quiera, que casi seguro es lo que ella quiere. Succiono, entonces, una vez más. El índice recorre sus paredes internas, descubre la zona rugosa, exactamente a la altura del clítoris pero del lado de adentro. Con el dedo acaricio, con los labios succiono y alterno con lamidas. La beso. Le beso la concha. No necesito chupar. Un beso de lengua, que la recorre mientras el dedo acaricia con más velocidad y su respiración ya es una máquina descontrolada.
-Fuerte -dice.
Fuerte, entonces. La paleteo, el índice acaricia y el pulgar empieza a entrar.
Ella grita. Un grito ahogado.
Ella tiembla.
Me recuesto junto a ella.
Le beso, y le acaricio las mejillas enrojecidas.

11 comentarios:

Maggie dijo...

Me dejaste sin palabras. Besos

Lumi dijo...

que lo tiró!
Estas cosas me hacen mal jajaja

Vacya dijo...

Me gusta cuando escribes porno, ya lo he dejado claro. Pero cuando encima terminas el relato, con frases como la última, es una mezcla preciosa.
Besos

Diego Grillo Trubba dijo...

Maggie, supongo que a varios les pasó lo mismo: nunca hubo tantas visitas, nunca hubo tan pocos comentarios.

Luminicus, ¿mal? ¿segura?

Vacya, gracias.

Anónimo dijo...

Difícil articular una idea coherente!

Hasta los snacks sobran...
Me gustó mucho este post.


La Otra Maja

D. dijo...

Entré al blog dispuesta a leer, si, algo porno. Me traje un té que seguí sosteniendo mientras mis ojos avanzaban renglón por renglón. Ni un sorbo, sólo escuchar mi propia respiración y un leve ayy, de sorpresa, cuando una gota de té -que sí parecía trémulo e inquieto- se derramó sobre mi muslo, hacia abajo.

Anónimo dijo...

Yo sigo pensando en escribir un blog y esperar fans dedicados.
Gracias Elem!
Sole

Anónimo dijo...

Sea presa de la inspiración querida Sole,
que los fans dedicados no le faltarán.

Fue todo para el finde, E.?

Me quedo con ganas de más!!!

Besos
La Otra Maja

Diego Grillo Trubba dijo...

Otra Maja, me alegro.

D, y, es que la gota sabe dónde ir.

Sole, de nada.

Otra Maja, hay otro.

Singer dijo...

Sin palabras...

Diego Grillo Trubba dijo...

Singer, ¿para tanto?

Publicar un comentario