04 marzo 2010

Sonia 04 (dNS): Las reglas del Facebook

No sé cuáles son las reglas del Facebook. Esto no habla mal del Facebook y del tipo de contactos que puedan establecerse a partir de él, sino habla mal de mí, pues en general desconozco las reglas. De un boliche, de la calle, de un encuentro. Cuando me refiero a reglas me refiero, fundamentalmente, al conjunto de códigos que hacen a la interacción entre personas del sexo opuesto (o del mismo si hablamos de homosexualidad, hoy estoy políticamente correcto). Quizás porque en mi adolescencia me tragué una cantidad infinita de "quiero que seamos amigos", ahora lo doy por sentado. No es que quiera tener amigas, por supuesto, sino que en verdad lo que supongo es que ellas desean ser amigas mías. O, en verdad, que no me desean para nada, por eso dirían lo de "quiero que seamos amigos", como quien le hecha off verde a un mosquito del dengue. Es decir: el mundo, para mí, se abre con una regla sencilla, que es que la mujer no está interesada en mí. Si se acerca, supongo que hay otra intención -y esa otra intención no siempre tiene que ser mala, aunque depende de mi estado de humor si me la tomo así o no-. Si se sigue acercando, supongo que hay otra intención más importante. Y así. Hay un momento, claro, en que comienzo a sospechar, en que elucubro la posibilidad de que quizás sí haya injusticia conveniente en el mundo y yo le resulte atractivo a una mujer que me resulta interesante. Pero las sospechas van acompañadas de búsqueda de señales. Y ahí volvemos al tema de que no sé las reglas. Una vez una Sonia, luego de semanas de idas y vueltas, me dijo, cuando la besé, "al fin". El final fue poco después, claro.
Y entonces el Facebook. Y entonces Sonia 04 (dNS). Empecemos con las preguntas básicas: ¿para qué carajo una mujer que no conozco me agrega como amigo (ni que hablar de un hombre)? Más: ¿para qué me manda un mensaje? ¿Para qué me dice "jajajajajaja"? ¿Vio mis fotos? ¿Qué intenciones tiene? ¿Qué pretende usted de mí?
Estoy en eso, preguntándome qué señal más clara podría haber en el Facebook, cuando se me abre una ventanita. Un Chat.
Es Sonia 04 (dNS), claro.

02 marzo 2010

Sonia 04 (dNS): El Editor dice

-No sé.
-¿Cómo que no sabés, pelotudo?
-¡No sé!
-¿Pero qué cosa, es lo que no sabés?
-No sé lo que no sé.
-Bien, bien. Muy maduro. Te falta hacer pucherito.
-...
-¡No hagas pucherito!
-...
-Así me gusta.
-Tonto.
-Tontito.
-...
-A ver, Elemental, querido amigo, decime.
-¿Qué?
-¿Cómo es eso de que no sabés?
-¡Eso mismo, no sé!
-¿Pero no me decís que la mina es linda?
-Eso parece en las fotos.
-Ok, ahí tenés un punto. Las fotos son estafadoras.
-Totalmente.
-Eligen las fotos que parece que estuvieran armando un book para presentarle a Pancho Dotto.
-Ja.
-¿Vos tenés el teléfono de Pancho Dotto?
-Sí, claro. Una vez hicimos una nota. Bah, una columna.
-¿La columna no la escribió él?
-No, nene, para las columnas los llamamos, les hacemos preguntas, desgrabamos y queda como columna.
-Ah.
-Lo de Pancho fue gracioso.
-¿Por?
-No sé qué quilombo había tenido en ese momento, pero estaba un poco paranoico. Tenía miedo de cómo iba a quedar la columna. La cosa es que, como de costumbre, dejé todo lo que me dijeron sin alterar nada. Salió un sábado. Esa noche, a eso de las once, estábamos en una cena con No Sonia y sus amigos, y me suena el celular. Atiendo, y era Pancho Dotto. Encima me dice "Elemental, te habla Pancho Dotto". Así me saludó. Yo pensé que me iba a putear, que me había equivocado en algo, qué se yo. La cosa es que el tipo me dijo que yo era un hombre de palabra, que había respetado todo lo que él había dicho. Fue un monólogo del tipo, ni sé si llegué a decirle "hola". Arrancó con el "hola Elemental, te habla Pancho Dotto" y le metió para adelante, sin pausa, y lo coronó con un "sos un caballero, Elemental".
-Mierda. Pancho Dotto te nombró caballero.
-Sí.
-Grosso.
-No tanto como el hecho de que el Indio Solari me cuidaba de chiquito.
-No, claro. Pero esto suma.
-Sí, ¿no?
-Totalmente.
-Ja.
-Ja.
-...
-Entonces, ¿qué no sabés?
-Tiene 22 años.
-¿Y?
-¡Y yo 38!
-A ver...
-¡Podría ser el padre!
-Sabía que ibas a decir eso, amigo. Te volviste predecible.
-¡Obvio que soy predecible, si soy siempre igual!
-Boludo.
-Sí. Boludo.
-Pará.
-¿Qué?
-¿El "boludo" fue que aceptaste el "boludo" que te dije o fue que me dijiste "boludo"?
-...
-Dale.
-Las dos cosas.
-Forro.
-Pelotudo.
-Puto.
-Mariconzón.
-Esa es buena, siempre me la olvido.
-Mariconzón.
-A ver, querido. Ella es linda en las fotos, te agregó como amigo en el Facebook, no tiene novio... Dale para adelante.
-¿Cómo?
-¿Cómo cómo?
-Eso, boludo, ¿cómo?
-No me decís que los mensajitos de ella están llenos de jajajajaja.
-Sí.
-El jajajajajajaja en los mensajes de Facebook es el equivalente a cuando las minas sonríen si las encarás en un boliche.
-¿Te parece?
-Sí.
-No sé.
-¿Qué cosa, no sabés?
-Nunca encaré una mina en un boliche.
-¿Nunca?
-Nunca.
-¿Nunca?
-Nunca, forro. ¿Me lo vas a seguir preguntando?
-¿Pero nunca nunca?
-Nunca nunca.
-Dunga dunga.
-Ja.
-Bueno, boludo, entonces te lo digo. El jajajajaja es una señal. Avanzá.
-Vive en La Plata.
-Eso es jodido.
-¿Ves?
-Que venga. Nunca vayas.
-¿Por?
-Si vivís en Capital, quien se tiene que trasladar es el otro.
-Sí, ¿no?
-Obvio.
-Bien.
-...
-¿Y cómo hago para avanzar?
-No sé. ¿Cómo se avanza en el Facebook?
-Buena pregunta.
-...
-¿Vos no tenés Facebook?
-Nah.
-¿No?
-Nah.
-¿Por?
-Sería muy fácil que me ubiquen. Yo soy un tipo difícil de alcanzar.
-Yo soy más fácil que la regla del cero.
-Ja.
-Ja.