26 mayo 2010

El sueño no confesado del Editor

-Estuve pensando.
-Mirá vos.
-No, boludo, en serio. Estuve pensando.
-¿Qué?
-¿En serio vos estuviste con dos minas a la vez?
-Sí, boludo, ya te lo dije un millón de veces.
-Un millón no.
-Una bocha.
-Eso sí.
-¿Cuál es la diferencia entre millón y bocha?
-Andá a saber.
-Loco, ¿no?
-¿Y está bueno en serio?
-¿Dos minas a la vez?
-Sí, sí, eso.
-Parecés un nene.
-Contestame, pelotudo.
-Pero si ya te dije, está buenísimo.
-¿Mejor que con una mina?
-Depende.
-¿De qué?
-Hay minas con las que tuviste el gran polvo de tu vida... Con esas está mejor el individual. O estuvo. Ya ni sé qué te estoy diciendo.
-Pero hablando de en general.
-¿De en general?
-Sí, si tuvieras que hablar en general de los polvos con una mina y en general de los polvos con dos minas...
-Tampoco fueron tantos.
-¿Cuántos?
-No tantos.
-¿Cuántos?
-Dos sin pagar, tres pagando. Cinco en total.
-¿Y entonces?
-¿Entonces qué, Editor?
-No me digas así.
-¿Así cómo?
-Editor.
-¡Pero si te llamás Editor!
-Sí, pero me lo decís no como si fuera Editor-mi-nombre sino Editor-sinónimo-de-boludo.
-Estás hecho una mina.
-Andá a cagar.
-Ok, entonces no te digo.
-No.
-¿No qué?
-No no me digas. Sí decime.
-...
-¿Qué fue mejor, en general?
-Y, en general, fue mejor...
-Con dos minas, ¿no?
-Es que depende, boludo. No te quiero vender gato por liebre.
-¿Gato por liebre?
-Ok, un poco desactualizado. No te quiero hacer ilusionar.
-Qué feo.
-¿Qué cosa?
-Ese hacerme ilusionar. Suena a que me tratás de pelotudo.
-¡Pero si no te trato de pelotudo, boludo! Lo que pasa es que todos se hacen la cabeza, y tampoco es que sea tan bueno.
-¿No lo es?
-...
-¿Lo es o no lo es?
-Es bueno, pero es distinto.
-¿En qué sentido?
-No sé. No puedo describirlo.
-La puta que te parió.
-Ja. Pero si sentís tanta curiosidad, ¿por qué no lo hacés?
-...
-En serio, boludo, digo pelotudo, ¿por qué no lo hacés?
-No sé cómo.
-Bueno, depende de si tienen experiencia, pero una vez que se dan el primer beso, ya está, sale solo.
-No, forro, el tema es cómo plantearlo.
-...
-¿Cómo lo planteaste?
-Es que cuando lo planteé fue cuando pagaba, y estaba bastante claro.
-¿Y cuando no pagaste?
-Se dio.
-¿Se dio?
-Se dio, qué se yo.
-Ah.
-Sí.
-...
-...
-¿Y nunca lo planteaste?
-Y, no, es medio complicado, ¿no?
-Y, sí.
-Por ahí, en una de esas, en tono de joda...
-¿Y si no se hacen cargo de la joda?
-Y, supongo que es que no quieren joda.
-Ah.
-...
-...
-¿Pero en serio estás tan preocupado?
-Preocupado no. No es la palabra.
-Obsesionado.
-Eso sí.
-Y bueno, loco, ya se te va a dar.
-Eso pienso hace años, y nada.
-¿Nada?
-Nada.
-Sí, el tema es que tienen que ser dos minas. Ponele que convencés a una, pero... ¿Y la otra?
-No me digas. Si no puedo con la primera...
-Un garrón.
-Bueno.
-...
-Bueno, boludo. Bueno.
-¿Qué?
-Que bueno.
-¿Bueno qué?
-Te voy a ayudar.
-¿En serio?
-Obvio, boludo.
-...
-No llorés, pelotudo.
-Tonto.
-Tontito.
-Puto.
-Mariconzón.

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