Sonia 01 (dNS): La inauguración (6)

Sonia 01 (dNS), además de besarme, pega su cuerpo al mío. Me empuja hacia atrás. Quiere ir arriba. Si dominando yo no sentí nada, con ella arriba lo único que percibiré es su cuerpo rebotando sobre mi ingle. No. No. Nones. La freno.
Esto tiene sólo una solución.
La freno. Con el cuerpo primero, con la mano después, con la voz por último:
-Esperá.
La empujo hacia atrás. Ella cae, apoyada en sus codos. Me mira como preguntando qué voy a hacer. Como dijo el Pitufo Gruñón, la penetración no es la única posibilidad. Y si deseo tener un orgasmo esta noche, más vale que rumbee para otro lado. Para todos los otros lados imaginables.
Me inclino entre sus piernas. Nada puede ser peor que meterla en el vacío, pienso.
Error.
Error.
A medida que me acerco a su entrepierna, me rodea un vaho. Corcho quemado, parece. No. Caucho.
Me freno. La miro. Sonríe. Mierda.
Cierro los ojos. Abro la boca. Esta chica no me va a chupar si yo no chupo primero, es decir si no me enfrento a ese aroma agreste, salvaje, propio de un zorrino.
Hago de tripas corazón, y adelanto la cabeza.
Pronto, tengo las manos de ella que me toman de los rulos. Tengo que acelerar la cosa, porque dudo que soporte esto mucho más. Muevo la lengua más rápido. Meto uno, dos, tres dedos. Dado el espacio, creo que podría entrar la mano entera. Pero no, el fist fucking no es lo mío. Pocos segundos eternos más tarde, las piernas de ella tiemblan. Acelero. Transformo mi lengua en un velocirraptor.
-¡Ay, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! -grita, al fin.
Me separo. Me paso el dorso de la mano por la barba. Supongo que, cuando se vaya, antes de dormirme, deberé irme a bañar.
Sonia 01 (dNS) me mira con regocijo. Por favor que no se enamore, ahora. Por favor que entienda lo que significa el hecho de que me tiendo de espaldas y con una mano le señalo mi entrepierna.
-¿Qué querés? -dice ella, con una sonrisa.
-¿Te acordás de las deudas, nena? Tu turno.
Ella se incorpora. Se ubica entre mis piernas. Me llama la atención un detalle: me levanta las piernas y las ubica sobre las suyas, dobladas. Me siento como una mina ante el ginecólogo, o al menos como supongo que se debe sentir una mina ante el ginecólogo.
Sonia 01 (dNS) acerca su cabeza. Cierro los ojos. Trato de olvidar. Todo, trato de olvidar. La cacerola, el hedor. No Sonia, también.
Sus labios. Su saliva.
Mierda, no lo hace bien.
Mierda.
Mierda.
Todo para nada.
Mierda.
Sin embargo...
Le encuentra el ritmo. De repente, es como si supiera cuándo lamer, cuándo succionar. Una de sus manos juega con mis huevos. Bien.
Cierro los ojos. Me olvido de todo.
Y más me olvido de todo cuando su mano suelta mis huevos y comienza a enfilar hacia abajo. Ahora entiendo por qué se ubicó de esta forma.
-¿Qué hacés? -pregunto horrorizado.
-Te va a gustar, estoy segura.
Estoy cansado. Mucho para una misma noche. Tanto, que ni siquiera tengo fuerzas para decirle pará, loca de mierda. No digo nada.
Siento el dedo. Espero que sea el meñique. Succiona más fuerte. El dedo entra.
Y entonces...
Descubro, con asombro absoluto, que no está mal. Nada mal.
Me entrego.
Hacía rato que no me entregaba.
Sigue.
Luego de unos minutos, se frena.
Se incorpora, como para venir a cabalgarme.
-No, esperá -le digo.
-¿Qué pasa?
Que si te subís no voy a sentir nada, debería decirle. Pero le digo:
-Seguí.
Ella sonríe. Vuelve a abrir la boca, asoma la lengua.
-Y no te olvides del dedito -digo.