Sonia 02 (dNS): Security Man is consulting (1)

Miércoles (cont.).

-¿Por qué tenés esa cara? -pregunta Gajo.
-Eso, ¿por qué tenés esa cara? -agrega Pus.
-Me acaba de escribir.
-¿Recién hoy? -pregunta Gajo-. ¿Pero qué le hiciste?
-¿Y qué te dice? -agrega Pus.
-¡Qué se yo, qué le hice!
-A ver -dice Gajo-, contame bien lo que pasó. Todo.
Le cuento. Todo.
-Es un poco fóbica, ¿no? -dice.
-Una forra -dice Pus.
-Bueno, entre fóbica y forra no hay mucha diferencia -digo.
-En una de esas te llama porque quiere disculparse por su reacción -dice Gajo.
-Si fuera así, ya lo habría hecho -digo.
-Es forra, no te olvides -agrega Pus-. Puede que tenga un razonamiento invertido.
-En una de esas te llama para ir a tu casa ahí mismo -dice Gajo.
-No.
-¿No? -preguntan al unísono.
-No. Quiere ver mi reacción -digo.
-¿Cómo es eso? -pregunta Gajo.
-A ver. Me franeleó en casa, y lo que la calentaba, más allá de que le chupé las tetas o le refregaba el paquete, era mi gesto de calentura -digo-. Es fóbica, pero fundamentalmente es histérica, retorcida. Quiere decirme que la cosa se terminó y ver qué le digo, cómo reacciono.
-¿Y para qué va a querer eso? -pregunta Gajo.
-Para joder -dice Pus, con sus veinticinco años de sabiduría-. Es forra.
-No sé si iría tan lejos -digo-. Lo que quiere es ver mi reacción. Hay gente que sólo tiene pruebas de que existe porque ve que genera algo en los demás. La gente retorcida. Las calientapijas, por ejemplo.
-No todas somos calientapijas -dice Gajo, la subeditora.
-Si todas lo fueran, se extinguiría la humanidad -digo.
-¿Pero estás seguro de que te va a llamar para decirte buena suerte? -pregunta Gajo.
-Segurísimo -digo-. Ya me lo dijo la primera vez que nos vimos: "siempre me las ingenio para arruinarlo todo". Quiere arruinarlo todo, y ver cómo reacciono ante eso. Probablemente está pensando que, como nos presentó Chiche, corresponde la llamada.
-Ahí no coincido -dice Gajo-. Te va a llamar porque ayer te dijo "te llamo más tarde".
-Lógica retorcida -digo-. Si ya está, ya está. No hace falta ninguna despedida. Fueron tres días, qué joder. De hecho, es probable que, como siempre se las ingenia para arruinarlo todo, ella crea que tres días son algo, y justamente por eso necesita mi reacción, la prueba de que pasó algo.
-Eso no lo voy a entender nunca -dice Pus-. ¿Para qué carajo quieren esa última charla? Se terminó, loco, ya está. No hay nada que hablar.
-Lógica retorcida -digo.
-¿Y si es para disculparse qué vas a hacer? -pregunta Gajo.
-Presentame alguna amiga, Gajo, así no hago pelotudeces -digo.
-¿Amiga? Bueno, tengo algunas a las que les gusta el cine, leer...
-¿Están buenas? -pregunto.
-¡Qué materialista!
-Tenés razón. En este momento lo único que importa es tener algo a mano para no caer en Sonia 02 (dNS) de nuevo.
-Pensar que ni cogieron -dice Pus.
-Eso es lo que me enferma -digo.
-Yo te presento alguna amiga -dice Gajo-, pero tendrías que venir a alguna fiesta, para que sea algo casual.
-No, dejame de joder, las fiestas no me gustan. No me gusta estar rodeado de gente que no conozco.
-¿Y el subte? -se ríe Pus.
-Me enferma, pero es indispensable. Una fiesta no es indispensable. Y las peores son las fiestas de disfraces. Las odio.
-La otra vez tuve una fiesta de disfraces -dice Gajo-, y estuvo buenísima.
-¿Buenísima?
-Sí, buenísima. Me disfracé de Marilyn.
-Vos -dice Pus-, con esa cara, sólo te podés haber disfrazado de Marilyn Manson.