Sonia 02 (dNS): Security Man is going to the third date

Lunes feriado (cont.).

Llamarla rompe el encanto.
La saludo, me saluda. Es dulce, su voz. Me pregunta cómo estoy, no le digo al palo pero le digo bien, le pregunto cómo está, me dice que bien, que durmió poco pero bien. Le digo cómo hacemos hoy para vernos, me dice de ir a tomar un café. Ok. Ir a tomar un café. Mierda. Ya puso el límite. Hoy tampoco garchamos. O peor: hoy me histeriquea en el bar, me devano los sesos viendo la forma de traerla a casa. Mierda. Y yo sigo al palo. No se baja. Puede que no se baje nunca. Mierda. Y esta hoy también me va a dar vueltas. Le digo que voy a su barrio. Ok, ¿querés sólo tomar un café? Voy a la loma del orto, bien lejos de mi casa, para que sepas que acepto el desafío. Ella duda. Luego, dice que sí. Mierda. Es una forra. No sé qué quiere. Literalmente: no sé qué quiere. Mientras me baño, sigo al palo. Tengo priapismo, esto no es natural. Mientras me baño, me digo que tendría que cancelar el encuentro. Decirle mirá, dejá, mejor no nos veamos, sos una vueltera de mierda, no es que piense mal de vos, sólo creo que sos una pelotuda, que el encuentro no da, me parecés buena mina pero bastante forra, algo así. Me termino de bañar y reparo en que ni siquiera seguí mi cábala. Mejor. Me tengo que meter la cábala en el orto. Suena el celular. Mi vieja. Estoy de mal humor, le respondo con monosílabos. Me pregunta qué me pasa. Me pasa que las mujeres están todas locas, o si no están todas locas me tocan a mí las que están locas y en el mundo hay una injusta distribución de la riqueza pero una más injusta aún distribución de las locas de mierda, le debería decir, pero le digo no, no puedo ir a cenar. No puedo porque tengo que ir a ver a una vueltera hija de puta, debería decirle, pero le digo que no puedo porque estoy con ganas de escribir, y mi vieja me dice escribir siempre te hace bien. Debería escribir. Sí. En una de esas, podría retomar el blog, ya estoy soltero de nuevo, nadie se sentiría ofendida o dolida. Podría ser. En una de esas. Mientras tanto, tengo que ir a ver a la loca de mierda ésta. Me visto. Agarro el último tomo de Sandman. Ojalá pudiera escribir como Neil Gaiman. No es lo mío. No llego. Mierda. Mierda, mierda, mierda. Cuando llego a la esquina de Nazca, le aviso a Sonia 02 (dNS). El tenedor libre está cerrado, tiene sus cortinas bajas, pero de repente se abren y ella sale. No hay calzas. No hay vestido. Hay jean y pullover. Mierda. Hoy tampoco garchamos. Mierda, mierda, mierda.
Cruza la calle, llega hasta donde estoy yo y, cuando me inclino para besarla, ella responde al beso y me abraza y el invierno desaparece.
¿No es divina?