07 octubre 2009

Sonia 02 (dNS): Security Man is taking his vengeance like Mel Gibson in Payback

Martes siguiente.

Etapa dos.
Esperamos, con el Editor, en la salita. Adentro, continúa la clase. Espero que todo salga de acuerdo a lo planeado. Un error podría derivar en una catástrofe.
Termina la clase de psicoanálisis. Empiezan a salir las alumnas psicoanalistas. Sale, de hecho, Sonia 02 (dNS). Detrás de ella, veloz como un rayo, con sus setenta y pico de años, Chiche se le adelanta y camina rápido hacia mí con los brazos extendidos.
-¡Elementalito! ¡Lindo!
Perfecto.
Chiche me abraza. Sonia 02 (dNS) disminuye la velocidad, como para saludarme. Yo miro a los ojos a Chiche mientras siento la tibieza de las pupilas abrazadoras de Sonia 02 (dNS).
-¡Qué lindo que estás, Elementalito!
-¡Qué choto que estás, Chichito!
-Hijo de puta, cómo se nota que estás de buen humor, eh.
-Y... -sonrío.
-¿Tan buena está la pendejita?
-Y...
Hablamos lo suficientemente fuerte como para que Sonia 02 (dNS), que simula conversar con sus compañeras alumnas psicoanalistas, escuche. El Editor, de acuerdo a lo pautado, interviene.
-¡Un bombón! ¡Y encima tiene toda la guita!
-¡Hijo de puta! -grita Chiche-. ¿Cómo hacés?
-Y...
El objetivo es sencillo. Me debo mantener mudo. La estafa tiene que provenir de los demás, como para que Sonia 02 (dNS), a quien sólo le importan los demás, la crea.
En este instante me siento Sawyer -el de Lost, no el de Twain- cuando deja que la valija se abra y salgan despedidos los fajos de dólares. Es uno de los puntos culminantes. Ella puede comprar o no.
Chiche y el Editor continúan con la catarata de elogios, fundamentalmente destinados a la supuesta nueva conquista de mi sala de trofeos. Casi no hablan de mí, sino de la otra. Hablar de la otra, para una histérica como Sonia 02 (dNS), es hablar de lo que ella no es. Y hablar de lo que ella no es resulta, para una histérica como Sonia 02 (dNS), intolerable.
Se va con sus amigas.
Enseguida, Chiche nos guiña el ojo, palmea los hombros, grita la despedida y sale.
Me dirijo con el Editor hacia mi rincón tras el escritorio. Mientras, saco mi celular.
Escribo "es impresionante, cada vez que te veo estás más linda". Envío.
Segundos más tarde, su respuesta. "Hola, ¿cómo estás? ¡Gracias por el piropo!".
Mi respuesta, segundos más tarde. "Estoy bárbaro, por suerte. ¿Vos?"
Su respuesta, segundos más tarde. "Ahora un poco mejor."
Mi respuesta, segundos más tarde. "¿Cómo mejor? ¿Y cuándo estuviste mal?"
Su respuesta, segundos más tarde. "Si lo supiera, se solucionarían tantas cosas..."
Mi respuesta, segundos más tarde. "Tengo que dar clase. Hablamos en otro momento, ¿te parece?".
Su respuesta, segundos más tarde. "Dale, en otro momento. ¡Beso!"
Corto.
Sobre mi hombro, el Editor lee y sonríe.
Guardo el celular en su estuche.
Obviamente, nunca la voy a llamar.
Y todavía falta.

4 comentarios:

Lumi dijo...

Jajajajaj Sos malo y te gusta serlo o por lo menos con ella.

Sole dijo...

¡Brindo por esa maldad y pido más maldad!

Diego Grillo Trubba dijo...

Luminicus, todavía falta, todavía falta...

Sole, la tenés en el siguiente post.

Anónimo dijo...

se lo merece, para que aprenda
pau

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