26 enero 2010

¿Sonia 03 (dNS) o No Sonia 02?: Reconciliación

Jueves, 18 horas.

Quizás el sentido de discutir con alguien sea reconciliarse. Dicen que los polvos de reconciliación son los mejores. Es como si uno supiera lo que estaba por perderse, como si deseara aferrarse a ese cuerpo. Metérsela hasta el fondo como si así los cuerpos pudieran fundirse, no quedar expuestos a otro vendaval. Los brazos de ella aferrando mi espalda con fuerza, casi rasguñándome, casi asfixiándome, permitiéndome sólo los movimientos de la pelvis -cortos, porque también me rodeó con las piernas, y también trata de inmovilizarme-. Hay fuerza que intenta diluir el pánico -a la pérdida, supongo-. Hay ojos que se reencuentran, que no desean dejar de estar en contacto con la pupila ajena. Hay palabras, hay cogeme, hay tomá, hay dame, hay ay, hay Dios. Acabar con el deseo que nada se acabe. Dejarse caer sobre el cuerpo, sentir los pechos agitados, los besos en la mejilla, las manos que continúan acariciando.
-No discutamos más -digo en un susurro.
-Claro que no -dice.

1 comentario:

Casi Bradshaw dijo...

El sexo en medio de la muerte anunciada es terrible. Por lo doloroso, digo. Y lo describís tan bien. Con hambre, con ganas de detener el tic tac.

Ay...

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