Jueves, 15 horas.
Discutimos. Por primera vez. Ojalá pudiera decir la causa, ojalá pudiera saberla. Llegué, las milanesas a la napolitana con papas fritas estaban listas, estaban ricas, estaban riquísimas. Cojimos, después. Después, la discusión. Y no sé la causa. Sé que digo pelotudeces, y ella también. Sé que decimos cosas. Hablamos de promesas incumplidas, pero que nunca se prometieron. Hablamos de diferencias de pensamiento, pero ninguno sabe qué piensa el otro. En la mitad, nos besamos, y volvemos a coger. Después, cigarrillo y volver a empezar. Ninguno de los dos grita, de a ratos ella tiene los ojos llenos de lágrimas. Hay un momento clave, que es cuando ella se viste. Primero la bombacha, nos recriminamos -ella en tetas, yo en bolas-, luego el corpiño -empiezo a vestirme, porque si está por ocurrir lo que creo que ocurrirá, deberé bajar a abrirle la puerta-, luego el resto. En un momento se pasa el dorso de la mano por la nariz para limpiarse los mocos. Y me parece divina. Y se lo digo. Pero como recriminación, algo así como no entiendo cómo podés ser tan linda cuando te sacás los mocos. Algo así. Ella sonríe, pero no con gracia sino resignación. Y la resignación nunca es buena, nunca. Bajamos en silencio en el ascensor. Abro. Ningún beso en la mejilla, ningún chau. Nada. Subo, y sigo sin saber por qué nos peleamos. Porque esto se iba a terminar de todas formas, supongo. Porque cómo se hace para vivir con la muerte presente, calculo. Porque nos empezamos a sentir incómodos, estimo. Porque deseábamos reducir el dolor del regreso de su familia, imagino. Mierda. Me prendo un cigarrillo. Fumo callado. Casi no pienso. Mierda. Me subo al ascensor con el cigarrillo encendido, aunque está el dichoso cartel con la prohibición de fumar. Cuando salgo y miro hacia la calle, ella está de pie, junto al vidrio de la puerta. Nos miramos. Sonreimos. Abro la puerta, y subimos.
11 comentarios:
kid??? kid??? hay un kid de por medio???????
Que bueno que volviste! se te extrañanaba por acá!
Es difícil hacer como si nada cuando el punto final está ahi nomás.
Besos!
D
Elemmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, welcome back!
Te extrañé,
Sole
Volviste!! :)
que bueno que volviste!!
qué decir!
hola!
Tana, jamás se me hubiera ocurrido esa pregunta.
(des)encontrada, sí, volví.
Sole, yo también a vos, tontita.
Chivis, sí.
Silvana, ¿para tanto?
Blett, hola!
Y si, se te extraño.
Qué rico: "... y subimos".
Besos
Obvio que para tanto o no te das cuenta que se te extrañaba, el publico te aclama Elem!
Vacya, besos.
silvana, me vas a hacer sonrojar.
Qué bueno leerte otra vez!
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