30 septiembre 2009

Sonia 02 (dNS): Security Man is a very gentleman man

Domingo (cont.).

Caminamos por Almagro. Salimos de Corrientes, nos metemos en callecitas, aprovechamos la oscuridad para besarnos. Debo decirlo: Sonia 02 (dNS) no es una gran besadora. Se entrega con los labios apretados, le cuesta abrirlos y dejar paso a mi lengua. Cuando es la de ella la que quiere entrar en mi boca, resulta un tanto torpe, como que se choca con mis dientes, y tengo dientes chicos. Pero, más allá de las deficiencias, hay una gran virtud. Me mira -no durante los besos, obvio-. Ahora entiendo cuando Chiche me decía que abrió los ojos como platos. No es que los tenga tipo huevo duro, para nada, eso sería deserotizante por demás. Mira con intensidad. Como si me admirara. Y eso es erotizante por demás, en especial para alguien que no se admira a sí mismo.
Llegamos al restaurante. Pierina. Chiquito. Lindo. Entramos. Yo llevo, como imantada, mi mano en la espalda de Sonia 02 (dNS). A ella parece gustarle. A mí me encanta.
Cuando entramos, siento que nos miran de todas las mesas. Es sólo una sensación. Como que están diciendo "¿cómo hace ese gordo de mierda para estar con semejante minón? ¿será pijudo? ¿millonario?". O sea: sé que ella no es un minón, pero me encanta. Es igual a Lela Star. Y me mira con admiración. Me encanta.
Se nos acerca la chica que hace las veces de maitre. Me dice que no hay mesas. Con una sonrisa, le aclaro que soy Elemental y que hice una reserva. La chica mira en su papel, asiente. Nos destinaron una mesa apartada. Ideal.
Sonia 02 (dNS) me mira con cierta sorpresa cuando la ayudo a quitarse el saco -o tapado, o lo que sea-, como si no estuviera acostumbrada. Coloco el saco -o tapado, o lo que sea- en el respaldo de su silla. Ella me mira.
-¿Qué pasa? -pregunto.
-¿No te sentás?
-Estoy esperando a que te sientes vos -aclaro.
Sonríe. Tomo su silla y la mantengo firme mientras se sienta. Estas cosas que me enseñó mi abuelo a veces me hacen quedar como un pelotudo.
Me siento.
Enseguida, se nos acerca la amarera. Tiene el pelo corto, cara de lesbiana, pero de lesbiana no atractiva -es decir, la amplia minoría-. Nos deja las cartas.
Mientras miramos el menú, Sonia 02 (dNS) me dice:
-¿Qué vas a elegir?
-A vos.
Me mira. Sonríe.
-Estás hermosa -le digo.
-Gracias. Vos también.
Leo el menú. Descubro que, tal como tenía calculado, me van a romper el orto. Ok. Gajes del oficio.
Pedimos ravioles ella y sorrentinos yo. Sonia 02 (dNS) me empieza a decir que el lugar le encanta, que hice muy bien en elegirlo, que ella siempre le dice a su padre que debería poner un restaurante así y que el viejo está encaprichado con los tenedores libres.
Ella tiene las manos apoyadas sobre la mesa. Tomo una. Dejo la mano ahí.
Nos miramos a los ojos.
No sé cuánto tiempo.
-Estuvo bien, Chiche -digo.
Ella sonríe.
-Fue muy loco, que pasara esto ahora -dice.
-¿Porque ya te sentís preparada? -pregunto.
-No, porque fue hace bastante que habíamos entrado en contacto.
Ok. No sé de qué carajo me está hablando. En una situación así, lo mejor es mantenerme mudo y sonreír.
Sonrío. Calladito, asiento.
-Ese día fue muy fuerte.
Sonrío. Calladito, asiento.
-Digo -dice-, la energía de nuestras miradas, ese mediodía, fue muy fuerte. Me gustaste mucho.
Ok. Ahora entiendo. Dijo "ese mediodía", por lo que se refiere al sábado en que se hacían las jornadas de estudios y yo daba mi taller en simultáneo. Intento recordar si la vi ese día, pero la verdad que no tengo la más puta idea. Sí me acuerdo que yo estaba con la gente de la clínica de novela y las chicas que estudiaban pasaban una y otra vez por delante de la puerta. Yo estaba en pareja con No Sonia, todavía.
-Ah, sí -digo.
-Me miraste con mucha intensidad -dice.
-Y, no era para menos.
-Me llamaste mucho la atención. Ahí me dijeron que eras escritor.
-Escribo, pero no soy escritor.
Ella sonríe. No sé cómo, pero en un momento me pregunta por mi familia, por mis hermanos. Le cuento la división "hermanos por parte de madre" -es decir, los que siento hermanos- y "hermanos por parte de padre" -es decir, portadores del mismo apellido-. Cuando le pregunto por los de ella, su rostro se ensombrece. Me dice que uno tiene una especie de retraso, que es muy pegote con ella, que se adoran. Le tomo la mano con más fuerza.
-Disculpame que te conté esto ahora, que te cague la noche -dice, y esquiva mis ojos.
-Pero por favor, nena, ¿cómo va a estar mal que me cuentes eso?
Si se tratara de equiparar traumas familiares, podría decirle que mi viejo se pegó un tiro. No da. No tengo ganas.
Justo traen los ravioles y sorrentinos.
Y el vino.
Mientras me sirven el vino -que no tomo casi nunca, aunque eso no se lo voy a aclarar a Sonia 02 (dNS)-, lo cato, lo apruebo. Ella sonríe.
Ok, remontamos el mal momento.
Comemos. Charlamos. Nos mimamos con la mirada.
En un momento, me pregunta:
-¿Qué ves?
-¿Perdón?
-¿Qué ves en mí?
-Una mujer hermosa, divina.
-No, en serio. ¿Qué ves en mí?
Ok.
Momento difícil.
Sonia 02 (dNS) acaba de convocar a esta mesa a mi parte Gregory House.
Espero que soporte lo que va a escuchar.

7 comentarios:

Lumi dijo...

NO le habrás dicho: " TU CULO" porque tiras abajo tu imagen de caballero.

Diego Grillo Trubba dijo...

Luminicus, como diría Martillo Hammer, confiá en mí que sé exactamente lo que hago.

Anónimo dijo...

Ya quiero saber lo que le dijiste!!!
Chivi

Siempre lista dijo...

Enseguida, se nos acerca la amarera. Tiene el pelo corto, cara de lesbiana, pero de lesbiana no atractiva -es decir, la amplia minoría-. Nos deja las cartas.

ay ay ay vas a creer que estoy siempre lista para las correcciones :) camarera?
sigo leyendo, me gusta como viene la historia beso

Diego Grillo Trubba dijo...

Chivi, pero ya lo posteé!!!

Siempre lista, tenés toda la razón del mundo, en el teclado de casa la c funciona para el orto.

esloquehay dijo...

y si, my dearest, las palabras de esta sonia sonaron muy a "busco mi diagnóstico". Esto me gusta, me gusta dr. house. Cínico clínico, nada de analista, espero.

Diego Grillo Trubba dijo...

Esloquehay, lea lo que viene a continuación, tonces.

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