28 septiembre 2009

Sonia 02 (dNS): Security Man

Viernes.
Apenas despierto -el sol entra por la ventana de arriba, la concha de la lora, y no hay forma de ponerle cortinas- pienso "hoy tengo que llamar". Mientras me baño -ah, las delicias de no tener que encender calefón alguno, todos los edificios deberían tener agua caliente central- evalúo posibles razones para no hacerlo. O sea, podría esperar a mañana. Quizás la contra sería que no queda muy bien llamar para salir el mismo día. Aunque podría llamar mañana para salir el domingo, pero si todo está tan claro no puede ser una primera cita de domingo, que son más vanguardistas, en el sentido de que se trata de intrépidos que van a reconocer el campo enemigo sin demasiada esperanza de regresar con vida. Si Chiche le habló de mí y ella dijo que la llame, es una primera cita de viernes o de sábado. Una cena, supongo, dado que Chiche le dijo poco menos que yo soy la mezcla perfecta entre Borges y Dan Brown -y, dado este último, debería llevarla a un sitio coqueto-. A ver. No tengo que ponerme a planificar los pasos posteriores. Siempre lo hago, y así me va. No. Esto es paso a paso. Baby steps, diría Bill Murray en la genial "¿Qué tal, Bob?". Entonces: corresponde vernos viernes o sábado. Ahora, si llamo hoy, como creo que no quedará otra alternativa, no le puedo decir de vernos hoy. Me rompe soberanamente las bolas que me llamen para vernos en el día, déjenme planificar, salir de mi casa no es tan sencillo, uno tiene que bañarse, por ejemplo. Qué linda el agua caliente. Es raro. El agua fría hace que a uno se le achique la pija, pero no sucede lo opuesto con la caliente. Es raro. Hay procesos degenerativos, pero no viceversa, por lo menos a partir de determinada edad. ¿Habré entrado ya en la ruta a la decadencia? Puede ser. Tengo bolsas en los ojos. Todavía no se notan demasiado, pero ya están ahí, preparándose para transformarse en un gigante que, cada vez que vaya al supermercado, al verlo la cajera me ofrecerá guardar todo en mis párpados. Mierda. Igual, hoy no tiene sentido ir al super. No la voy a invitar a comer a casa. No, afuera. Sería mejor tomar algo: comiendo uno a veces queda como una bestia, especialmente si se escapa un eructo y uno lo trata de tapar y los cachetes se inflan y luego se golpea el pecho con el puño y dice "en Turquía es señal de buena educación". No. Eso no. Pero me estoy adelantando. Y no. Paso a paso. Baby steps. Primero, la llamada. Me visto. Son las once de la mañana, ya. Podría llamarla ahora, pero no da. Es psicoanalista, o aspirante a serlo y eso significa que, además de que es muy probable de que esté absolutamente chiflada, trabaje a la mañana y a la tarde, de corrido, sólo con pausas al mediodía. Si llamo ahora estaría el contestador automático, y si bien eso para mí es la mejor de las opciones, en este caso no me veo dejando un mensaje diciendo que Chiche me pasó su teléfono, que bla, bla, bla, porque debería volver a llamar, que es lo que haría un caballero, que de hecho es lo que haría yo, y podría quedar como un pesado. No. No señor. Una llamada y que ella atienda, y que yo le diga holasoyelementalmepasotutelefonochicheytellamoporquequierosalirconvos. Si llamo ahora, corro el riesgo de que esté el contestador y me tenga que meter toda esa palabra en el culo, y es muy larga, más que un dedito seguro, y no da. Me termino de vestir. Entro al laburo a la una, y esa sería la hora para llamarla, la ideal. El problema es que a esa hora, en el escritorio de al lado, va a estar Lilita, que escucha todo, que se mete en todo, y me va a preguntar a quién llamaste, y me va a decir con tono acusatorio ya te olvidaste de No Sonia, y me va a decir sos buen tipo pero no siempre obrás bien. Aunque, si llego a la una menos cuarto, pienso mientras me meto al vagón del subte repleto, Lilita estará en la reunión de sumario con el dueño del diario, con el dueño del universo, y ahí zafaré de que me escuche y, por sobre todas las cosas, hable. Me quiere, pero a veces se pone insoportable. Es el problema de los locos. ¿Por qué me habrá dicho Casanova que atraigo a las chifladas? ¿Lo haré por lo parecido o por lo opuesto? Me clavan un codo en el estómago, pero bueno, lo importante es que no se metan con el celular que guardo en su compartimento especialmente ubicado en el cinturón, que puede ser que algún día me genere cáncer en las bolas pero que hoy me resulta tan pero tan útil. ¿Hace calor o soy yo? ¿El gordo hijo de puta que tengo al lado se acaba de tirar un pedo y sonríe o soy yo? Por suerte, Florida y bajar. Florida y caminar entre trajes de garcas y polleras cortas. Florida y saber que falta realmente poco. Diagonal Norte y menos. Transpiro. Es transpiración fría. ¿Cómo le sonará mi voz? ¿Tan finita y deforme como la escucho en grabaciones de entrevistas? ¿Existe la posibilidad de que se haya sentido atraida por mí y que, al escuchar mi voz espantosa, diga no gracias, hubo una confusión? Porque está el tema de que me puede haber confundido con el Editor Más Fachero. Todo esto puede ser un malentendido, y por todo esto me refiero a Sonia 02 (dNS), pero también a la avenida de Mayo, más cerca, y a la vida y la promesa de que si uno se porta bien se va al cielo. Mentira. Yo voy a ir al purgatorio, donde deben ir todos neuróticos como yo, que se preguntan toda la eternidad por qué Dios no los quiso tanto como para mandarlos al cielo, qué hicieron mal, qué podría haber sido pero no fue. Chacabuco, y estoy en la recta final. Los sobacos de la camisa, empapados. Sin olor, supongo, porque uso dos desodorantes. Los nervios, calculo. No debería estar nervioso. Debería estar seguro, hablarle a ella con la misma seguridad que saludo al gordo morocho patovica de la puerta del edificio, con la misma seguridad que saludo a la gente del diario, y hoy parecen haber llegado todos temprano, la concha de la lora, la reputísima madre que me parió, todos van a escuchar lo que voy a decir en pocos instantes, cuando termine de acomodar el morral en el escritorio, cuando me siente, cuando busque el papelito con el nombre y el teléfono y marque, como marco, en mi celular. Y espero.
Del otro lado, suena.
Una.
Dos.
Tres veces.
Y atiende.
Y el mundo se frena.
Se paraliza.
El mundo se detiene.
Y mi voz es otra.
Y la transpiración desaparece.
-¿Hola? -digo.
-¿Hola? -dice Sonia 02 (dNS).
-¿Sonia 02 (dNS)? -pregunto.
-Sí, ¿quién habla?
-Mirá, mi nombre es Elemental. Me pasó tu teléfono Chiche, porque te vi en la sala de espera del centro de estudios y me pareciste divina. ¿Cómo estás?
Un instante de silencio. La puedo haber cagado, aunque la verdad que no creo: mi tono salió absolutamente seguro, como si pudiera devorarme el mundo, como si todos los días llamara a desconocidas por teléfono.
-Bien, todo bien. ¿Vos?
-Bien, pero ahora que te escucho mejor. Mirá, no me gusta dar vueltas y encima estoy en el trabajo. Tengo ganas de conocerte y de que me conozcas. ¿Te parece que nos encontremos a tomar algo?
Otro instante de silencio. Sin embargo, lo disfruto. Nada puede fallar.
-Dale, me parece bárbaro.
-¿Cuándo te viene cómodo?
-Hoy vuelvo un poco tarde del trabajo... ¿Te parece mañana a la noche?
-Dale, me parece muy bien. Te paso a buscar. ¿A eso de las diez podés? Así salimos a comer.
-Bueno. Dale. Te paso mi dirección.
Me pasa la dirección. Paternal limítrofe con Villa del Parque. La loma del orto. La loma del orto en donde vivía No Sonia, y donde vive toda su familia. Pero no importa. Nada de eso importa, ahora.
-Bueno -digo-, entonces a las diez estoy por ahí.
-Bárbaro.
Poco más, y cortamos.
Corto.
Me llevo las manos a la cara. Me cubro el rostro. De algún modo, conseguí ser un tipo seguro al teléfono por tres a cuatro minutos.
Cuando quito las manos, descubro que buena parte de la redacción me está mirando:
-¿"Te vi en la sala de espera y me pareciste divina"? -me pregunta Gajo.
-¿"Tengo ganas de conocerte y de que me conozcas"? -pregunta Pus.
Me encojo de hombros.
-Cambié mucho -digo.
Y me pongo de pie para bajar a fumarme un cigarrillo. Al incorporarme, descubro que las piernas me tiemblan. Por suerte, eso no se notaba al teléfono.
Mientras me alejo, escucho los aplausos de mis compañeros de sección.

26 comentarios:

fedet dijo...

clap, clap, clap

Diego Grillo Trubba dijo...

Fedet, gracias, gracias...

Vacya dijo...

Bárbaro elemental, así se hace!
Ahora solo espero que efectivamente sea la de las calzas, no hay lugar a dudas... o si?
Besos

Diego Grillo Trubba dijo...

Vacya, suerte que no te conocía en ese momento, o me moría de la angustia!!!! Muy linda tu foto.

giselita dijo...

me da miedo, me siento tan identificada... elevado, que este blog siga asi por siempre !

Agos dijo...

esa elemental!! encima la divina, cero vueltas!

Sole dijo...

Well Done! Asi se haceeeeeeee!

Queremos la cita! No tarde mucho en postearla.

China dijo...

muy bueno, muy muy bueno. me encantó esta entrega! beso!

Diego Grillo Trubba dijo...

Giselita, ¿¿¿¿en serio???? ¿¿¿¿identificada???? Gracias por lo de elevado, esperemos seguir en esta senda.

Tana, ¿cero vueltas? No cantes victoria, hija mía.

Sole, y, si me tratás de usted...

China, gracias. Es curioso, pero las lectoras (es decir, la amplia mayoría de quienes entran a este blog) se enganchan cuando Elemental muestra sus dotes románticas. Eso sí: cuando hay entregas porno, las visitas suben por las nubes...

Perro que ladra dijo...

Glorioso. Me sumo al clap clap clap.

Diego Grillo Trubba dijo...

Perro, gracias.

Sayuri dijo...

Buenísimo!!

Gizmo dijo...

"Nada de eso importa, ahora."

Palabra clave: ahora.

bletemita dijo...

genial.



genial.


las piernas temblorosas.


genial.

Diego Grillo Trubba dijo...

Sayuri, gracias.

Gizmo, no adelantaré nada, ahora.

Bletemita, siempre tan buena onda.

Anónimo dijo...

jajaja genial, sublime curioso como te cuestionas TODO lo que puede pasar, jajaja en fin, excelente esta blog - novela. Saludos Lilian

Sole dijo...

Elem, de ahora en adelante no te trataré más de ud.

Diego Grillo Trubba dijo...

Lilian, gracias.

Sole, gracias totales.

Fermina dijo...

elemental me encanta, debo confesarte que me hice adicta a tu blog.
buena la actitud!! y buena decision del horario de la llamada... nunca se llama un viernes a la mañana.

la tana dijo...

che yo conté mal u hoy fueron 5 al hilo?! epaa!!

Diego Grillo Trubba dijo...

Fermina, ¿te encanto?

Tana, y los que podrían ser si me dejaran...

bel! dijo...

Seguro che...

Me hiciste acordar a mi. Y no es agradable. Acordarme de mí, el post quedó genial.

Beso

Anónimo dijo...

Muy bien. Por algo te aplaudieron tus compañeros no?

beso.

fedet dijo...

mis aplausos eran por el texto, muy bueno

La Balada Despeinada dijo...

es que si estuviste barbaro!! muy bien!!

Diego Grillo Trubba dijo...

Bel, lo siento.

Cafe, gracias.

Arte, aussi.

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