Sonia 02 (dNS): Security Man is taking his vengeance like Uma Thurman in Kill Bill, but he doesn´t make any movement of kung fu, he is more like Kung Fu Panda

Pasa una semana.

Martes siguiente.

Tengo que admitir que Sonia 02 (dNS) es tenaz en su histeria, en su alquimia que fragua el deseo, que transforma la mirada de otras mujeres en el deseo de la propia mujer. No llamó. No la llamé, claro. Pero ella se abstuvo de llamar. Según mis cálculos, debe haber elaborado una serie de hipótesis en relación a mi supuesta pendeja seducida. Debe haber descubierto que soy deseable por alguien más, y es probable que a partir de ese dato -por no decir esa pelotudez- haya comenzado a preguntarse si obró bien o mal, si no se equivocó en refregarme la almeja sin permitir tringui tringui.
Por la tarde, le envío un mail a una tallerista. La Anteojuda tiene veintitrés años, es divina. Es, también, macanuda. Nos conocemos hace casi dos años, tenemos la confianza suficiente como para explicarle lo que me ocurrió, y el favor que necesito esta noche.
En el coche, el Editor me dice:
-Hoy afloja.
-Según lo que calculamos, sí -le digo.
Nirvana, una vez más. Kurt Cobain se pegó un tiro para transformarse en cortina musical de la forma en que el Editor y yo ultimamos los detalles de la noche final. Hoy es la noche final. La noche definitiva.
Llegamos. La Anteojuda aguarda en la puerta. Divina.
-Gracias -digo.
-¡Gracias a vos! -me dice, sonriendo-. ¡Esto es divertidísimo!
No se equivoca. Con el paso de los días, de pensar una y otra vez en los movimientos que se darán esta noche, encontré algo de diversión. Hay un elemento lúdico, en todo esto, en toda venganza. Es como si uno dijera "yo puedo jugar como vos". O incluso: "yo puedo jugar mejor que vos".
Subimos las escaleras. Faltan diez minutos para que termine la clase.
Una sinfonía perfecta tiene tres movimientos. En el tercero, se combinan los dos primeros en simultáneo. Hoy es el tercer movimiento. Si quiero moverme dentro de Sonia 02 (dNS), hoy se define.
Estoy bañado, con la barba recortada, ropa limpia. De hecho, tengo el mismo saco y la misma camisa que en el primer encuentro con Sonia 02 (dNS).
En un momento, siento que algo toca mi brazo. La Anteojuda.
-Te preguntaba si estás nervioso -dice. Evidentemente me habló y no estoy en condiciones de escuchar nada.
Me encojo de hombros.
-Tranquilo, va a salir todo bien -dice el Editor.
Miro el reloj de pared. Las nueve. De un momento al otro.
El momento es ahora.
Ruido de sillas, tras la puerta.
Me incorporo. La Anteojuda también. El Editor también.
Salen las alumnas psicoanalistas. La Anteojuda me guiña un ojo y se pone, tal como acordamos, de pie delante mío, a muy pocos centímetros.
-¿De qué hablamos? -pregunta.
-De lo que quieras, eso no importa hasta que ella aparezca y nos escuche -digo.
-Ah. Vi la última de Tarantino, ¿la viste?
-Sí. Muy bien la primera escena, después se cae, ¿no?
-Sí, un poco.
El Editor carraspea fuerte. Eso significa que Sonia 02 (dNS) acaba de salir.
-Entonces -digo, y la Anteojuda comprende que empezamos.
-¿Pudiste leer mi cuento?
-Sí, claro...
De refilón, veo cómo Sonia 02 (dNS) me ve, cómo se acerca para saludar.
De refilón, también, veo cómo el Editor y Chiche se saludan con un abrazo, y comienzan a hablar a los gritos.
Dos movimientos en simultáneo. Una sinfonía.
Uno de los movimientos son Chiche y el Editor hablando de la pendeja que supuestamente me levantó. Chiche dice que él siempre soñó con una mina así, que lo llevara a pasear en velero -me parece que se está yendo al carajo, Sonia 02 (dNS) puede sospechar-. El Editor la describe como "el culo más perfecto que vi en mi vida, tenés que verla con calzas, nunca vi una mina así, y Elemental dice que tampoco".
El otro movimiento somos la Anteojuda y yo.
-¿Y te gustó? -pregunta la Anteojuda.
-Está muy bien, habría que hacerle algunos cambios, hay un personaje que...
-Ay, pero no me lo digas así, acá, que me voy a olvidar de todo...
-Bueno, te lo digo ahora en la clase.
-¿Por qué mejor no vamos a tomar algo y me lo explicás ahí?
Sonia 02 (dNS) se queda petrificada: no puede creer que una alumna se me esté tirando un lance mientras, detrás suyo, Chiche y el Editor le taladran los oídos con las virtudes de la otra mina, que apareció cuando ella me dejó pasar.
No soporta demasiado. Sale.
-Ya se fue -dice la Anteojuda, sonriendo-. Divertidísimo.
Mis piernas tiemblan.
El Editor y Chiche me saludan con los pulgares en alto, sonrientes.
El celular vibra. Sonia 02 (dNS). Leo:
"¿Nosotros no nos debíamos una charla?".
Respondo:
"¿Sólo una charla?".
Responde:
"Jajajajajaja, sos terrible".
No respondo.
Para qué.
I´ve got you, baby.