Jueves.
-¿Y entonces?
-Entonces no sé.
-¿Qué es lo que no sabés?
-Por qué.
-...
-Digo, por qué a mí.
-...
-Ya sé, es la pregunta clásica del pelotudo.
-Te sentís un pelotudo.
-¿Es una pregunta?
-...
-Digamos que sí, entonces.
-¿Porque esta chica te histeriqueó?
-No, porque me enganché con una loca de mierda.
-¿Cómo es eso?
-A ver... Ella puede ser todo lo histérica e inconducente que quiera. Casi siempre lo son, al principio, uno tiene que ir midiendo, tomando el ritmo, y después ve si vale la pena o no.
-¿Y cómo sabés si vale la pena?
-Si al principio lo que doy no alcanza, mejor salir corriendo.
-¿Por?
-Y, no soy amarrete en lo que doy, al principio. Después tampoco, pero al principio menos. Si eso no les alcanza es que nunca les va a alcanzar nada.
-Y si no les alcanza...
-Chau chau, como diría Mirtha.
-...
-Dale, decímelo de una vez, yo soy el que más te hace reír.
-...
-...
-¿Y por qué les tendría que alcanzar?
-Bueno, porque están esperando que uno les de.
-Ajá.
-Ajá no, eh.
-...
-Si uno no las satisface...
-¿Y no existe la posibilidad de que la insatisfacción sea un estado?
-¿Que siempre estén insatisfechas?
-Sí.
-Bueno, No Sonia era bastante así, siempre se quejaba por todo, siempre le dolía algo, siempre faltaba algo en el depto...
-...
-O sea, si es un estado y no una situación, si es una constante, si haga lo que haga va a estar insatisfecha, me vuelvo loco, me voy a la mierda.
-Cosa que hiciste.
-No, con No Sonia no corté por eso.
-Elemental...
-Ése fue el puntapié inicial. Pero bueno, después descubrí que había cosas que ella no me daba a mí, que yo necesitaba.
-¿Cuáles?
-Contención ante una tragedia, por ejemplo. Vos te acordás.
-Claro que me acuerdo. Ese día viniste muy angustiado.
-...
-¿No es interesante?
-¿Qué cosa?
-Que recién cuando te cercioraste de que no podías satisfacerla te preguntaste si vos estabas satisfecho.
-...
-¿Qué fue lo que te atrajo de esta chica, Sonia 02 (dNS)? Porque, de acuerdo a lo que describiste, era una pelotuda al trote con un culo muy lindo.
-¡Pero qué culo, eh!
-...
-Dale, admití que soy el único que te hace reír.
-...
-Hay un momento, que identifico como claramente enganchado. La primera vez que nos vimos.
-¿Cuándo?
-Estábamos en el bar, nos estábamos reconociendo, estudiando... A ver, yo no soy un tipo al que le llamen la atención un par de aros, o que la ropa que tengan sea nueva, o si usaron delineador o no. No lo noto, a veces sólo me fijo en eso para quedar bien, porque sé que las minas le dan mucha importancia al prepararse, y tampoco las voy a hacer sentir mal...
-...
-Estábamos charlando, y no sé qué me preguntó de lo que escribía. Y en ese momento me miró. Nos miramos. A mí me engancha el contacto de los ojos, el saber que estoy en contacto.
-¿Qué había en su mirada?
-Admiración.
-...
-Me admiraba. Yo le hablaba, y ella me admiraba.
-Interesante.
-¿Qué?
-¿Vos le hablabas de cualquier cosa?
-No, de lo que escribo, de lo que publiqué...
-Y ella lo admiraba.
-Sí.
-Y eso te enganchó.
-Sí.
-...
-Soy un pelotudo, ¿no?
-No.
-...
-...
-O sea, me sedujo que ella admiraba algo que yo no admiro de mí.
-...
-Ella me asignaba valor.
-...
-Mierda. Siempre volvemos a lo mismo.
-Ja.
-Ja.
-...
-¿Y por qué me engancha eso?
-¿Por qué creés?
-Porque en la admiración hay comprensión, supongo.
-¿Cómo es eso?
-Si me admiran, me entienden. Con No Sonia, todo el último tiempo, sentí que no entendía nada de mí.
-Me acuerdo.
-Ni lo que deseaba, ni cómo me sentía...
-Te dejaba solo.
-Exacto.
-La admiración te saca de la soledad, entonces.
-Sí, y el sentir que nadie me entiende me relega a la soledad. Puedo estar con mucha gente, y puede sonar soberbio lo que voy a decir, pero empiezo a pensar que no entienden. Digo: no de la vida, o del mundo, no entienden lo que estoy diciendo. Hay veces en que digo algo en joda y no captan la ironía. Odio eso, la gente pelotuda que no capta la ironía. Hoy a los kirchneristas les hacés un chiste sobre Cristina y saltan, te dicen que sos proclarín, procampo, pro a secas. No entienden que, para uno, Cristina y el resto son la misma bosta. No entienden que en nuestra mirada hay un absurdo que lo tiñe todo, y nos deja solos.
-...
-...
-¿En qué otra ocasión la admiración te sacó de la soledad?
-Dejame pensar...
-...
-Cuando era chico. Ya te dije: mi casa era un infierno, el marido de mi vieja tenía como hobby hacerme la vida imposible. Y venía mi abuelo con cualquier excusa, me llevaba a pasear. Trabajaba en el subte, y tenía pase libre, y nos íbamos a pasear ahí, a hacer todas las combinaciones posibles de subte...
-¿Cuáles me dijiste que eran las condiciones para que alquiles un departamento, cuando buscabas?
-Casi ninguna. Que sea un dos ambientes, no interno, pero después, con que tenga acceso a medios de comunicación, yo ya estoy bien...
-¿Colectivos?
-No, subtes.
-...
-...
-Volvamos a lo anterior. ¿Y cómo era lo de tu abuelo y la admiración?
-No sé... Para él, cualquier cosa que yo hiciera o deseara estaba bien. Me alentaba a todo. Cuando jugaba al básquet, él venía a los partidos, me aplaudía, me pasaba a buscar por casa y viajábamos juntos.
-¿En qué viajaban, en subte?
-No, en esa época no había subte hasta el club. Hoy no hay, tampoco. Viajábamos en colectivo.
-¿Por qué no en coche?
-Él no sabía manejar. Nunca pudo aprender.
-¿Y vos?
-...
-...
-Yo tampoco.
-Volvamos a la admiración de tu abuelo.
-Bueno, no sé... Él estaba ahí. Si yo quería ir a inglés, él me acompañaba. Y cuando empecé a escribir, de chico, eran unas mierdas totales, pero él estaba tan contento... Digo, él no había terminado ni la primaria, le encantaba leer pero era lo que uno consideraría un lector choto. Un día leía Harold Robbins, otro Bradbury, otro James Ellroy, otro un manual de espiritismo, porque creía en esas cosas.
-...
-Lo que tenía de increíble era la sensibilidad. De la mayor basura sacaba algo. Y de lo que no era basura, más. Me acuerdo cuando me prestó El vino del estío, de Bradbury. Me dijo "es un libro sobre la tristeza que tenemos de acordarnos lo que fue nuestra infancia". Lo resumió, así, solito, sin ninguna preparación.
-...
-...
-¿Te alcanzo un carilina?
-No, no, estoy bien.
-...
-No sé, él podía ver más allá. Él se detenía, miraba, y entendía. Siempre me decía "no te hagas tanto problema por todo".
-...
-Yo lloraba porque me había ido como el culo con alguna novia, y él se hacía mala sangre al verme llorar.
-¿Se hacía mala sangre?
-Muchísima. Me decía que ya iba a llegar, que no me desesperase, que quien llegase, cuando lo hiciera, me iba a hacer feliz.
-...
-La admiración. Volvamos. No sé. Yo me sacaba un siete en el colegio, y él se enorgullecía. Yo escribía un cuento, y él lo leía y se enorgullecía, y a veces no me decía nada y lo fotocopiaba y lo presentaba a concursos. La primera vez que quedé en un concurso fue por él.
-¿Cómo es eso?
-Yo tenía dieciocho años. Un día me llaman de una editorial, Colihue. Me dicen que había quedado seleccionado para una antología. Yo no entendía nada. Me dicen que de acuerdo al jurado que leyó todos los cuentos del concurso, había uno mío que iba a estar entre los veinte. Es curioso, en ese libro también están Casciari y Garcés, mirá lo que son las cosas. Teníamos todos dieciocho, diecinueve años.
-¿Y qué había pasado?
-Nada, cuando corté me avivé. Les había preguntado por cuál cuento era. Trataba de un tipo que se sube a un tren que no para nunca. Yo se lo había pasado a mi abuelo. Y él lo llevó al concurso sin avisarme.
-¿Un tren que no para nunca?
-...
-...
-Como un subte.
-...
-...
-¿Carilina?
-No, no, dejá.
-...
-La admiración. Volvamos. Me acuerdo que salí corriendo de casa, me subí al 141 y me fui a lo de él, que para entonces ya estaba jubilado. Cuando le dije que había quedado, le tenías que ver la cara, los ojos...
-La admiración.
-El amor.
-...
-...
-...
-Lo extraño tanto. Pero tanto. Ya pasaron más de diez años, y lo extraño tanto todos los días.
-...
-...
-...
-¿Algún día alguien me entenderá como él me entendía?
-Probablemente no, Elemental.
-...
-...
-...
-Por hoy dejamos acá, ¿sí?
23 comentarios:
ay elemental...
que ganas de abrazarte y decirte que va a estar todo bien!!
gracias.
Que emoción. Me hiciste recordar a mi abuela. Para ella todo lo que yo hacía era digno de admiración. Aún lo más mínimo. Gracias Elemental
no se qué decir.. me emocioné...
me encanta tu sinceridad
te mando un besote! aunque esto pasó hace tiempo.. pero se que esas sensaciones no se van de un día para el otro, ni de un mes al otro..
abrazo!!
A mi si pasame un carilina, por favor!
snif!
Elem, me hiciste llorar.
Beso
Chivi
Clap, clap, clap.
No me canso de repetirlo: estás apuntando alto, y le das al blanco todos los días. Este Elemental recargado llegó para dejar en claro que el resto de los blogs confesionales son una poronga.
Te voy a escribir para pedirte el teléfono de esa analista.
Abrazo grande, changuito.
SATÁN
Alta literatura.
Se me llenaron los ojos de lágrimas al recordar a mi abuela, la catalana más maravillosa. Gracias.
Coincido con SATÁN.
N.
Y bueno, entre muchas otras cosas, también somos el resultado de la suma de aquellos, que han pasado por nuestra vida, y cuando ha pasado alguien grande, bueno e importante se nota, indudablemente que si. Eres rebueno.
Beso
Wow, nos liquidaste. Es así, todos buscamos ese amor, para relajarnos y ser nosotros mismos. Porque es sólo en esos casos en los que te entregás verdaderamente.
Mirá las pelotudeces que me hacés poner!
Muy bueno Elem, muuuuuy. Impecable
Me hiciste llorar. Tus lectores también te admiramos, por eso estamos acá!
el problema de querer olvidar la soledad gracias a la admiración es que no podemos ser 24hs admirables. y, en general, cuando somos in-admirables, ahí nos sentimos más solos que nunca y necesitamos la mano del otr@, que nos "admire" con nuestras 100mil mierdas y 100mil cosas admirables (como tus amigos con vos). El amor de vidriera admirable es relativamente facil para mi, el problema es el otro, que tiene que ver mucho más con la comprensión. Love, J.
Serena, pero sabemos muy bien que no necesariamente todo va a estar bien.
Violeta, si te pudiste acordar de tu abuela, sirvió.
China, besote.
Luminicus, no tengo a mano. ¿Farmacity?
Chivi, beso.
Satán, sin pelearnos, che. Que los otros hagan lo suyo. Yo hago lo mío. Que, sí, es muy diferente.
Fedet, tampoco nos vayamos al carajo.
Sayuri, si te acordaste de tu abuela, valió.
N, te digo lo mismo que a Satán, entonces.
Vacya, beso.
Sole, y al final resultaste una sensiblera.
Ally, sí, pero es distinto.
J, total, plenamente de acuerdo.
A mi ninguno de mis abuelos me quiso
sin palabras... justo hoy tenias q escribir esto????? malooooo ! beso grande.
NO tengo ninguno cerca pero, me salvo el papel higienico. Gracias
y, si, fue un poco exagerado, pero lo que estás escribiendo tiene momentos muy buenos
Luminicus, de nada.
Fedet, no te preocupes, sólo fue falsa modestia.
Gracias Elemental!
Me hiciste emocionar y recordar a mi abuela.
Beso,
Ana.
Ana, entonces valió la pena. Beso.
Muchas cosas estan pasando por mi cabeza después de leer esto. Gracias
bolas me hiciste llorar, touché, please sos adorableeeeeeee
besossss
pau
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